miércoles, 27 de enero de 2010

Bastante Ciencia pero más Ficción

Siempre me han gustado los juegos de estrategia y de gestión de recursos. Horas devanádose los sesos sobre cómo afrontar y resolver los diferentes problemas que se plantean. Y los juegos te dan la posibilidad de realizar esto en un entorno que te llama (¿a quién no le interesa salvar al mundo, construir su propia civilización, o llevar a su gente a la gloria, sea esta del tipo que sea?).

Tienen un algo de muy formativo, y desde cierto punto de vista te mantienen con los pies en la tierra al tiempo que te permiten el impagable lujo de seguir con la cabeza en las nubes. Claro que esta bipolaridad tiene sus lados malos, y es que como todo friki empiezas a mezclar realidad con ficción (hasta cierto punto, frikismo no es paranoia). ¿Quién no se ha preguntado alguna vez donde aterrizaría el Enterprise de llegar a su ciudad? ¿o no ha tenido nunca una conversación sobre el número de caballeros Jedi que por probabilidad deberían haber muerto automutilándose al manejar su sable de luz en imposibles molinetes en salto con torsión?

En mi caso los juegos de gestión de recursos me llevan a pensar en el brutal, en el desproporcionado, en el alienante número de recursos que requerirían muchas de las cosas que se ven en películas, libros y cómics de ciencia ficción. Y es que queda genial cuando en Starship Troopers hay una estación espacial del tamaño de la luna, y un anillo artificial que rodea la auténtica luna con instalaciones militares, pero... ¿de dónde, en el sagrado nombre de las pelotas del Minotauro, han sacado la INGENTE cantidad de recursos para construir algo así? Pongamos ya solo que para construir un acorazado espacial de los tamaños "estandar" que vemos en la mayoría de la películas de CF harían falta aproximadamente 1/1200 parte de los recursos de un planeta con el nivel de recursos aproximado de la Tierra. Sin contar superdestructores imperiales, y no hablemos de Estrellas de la Muerte. Eso nos lleva a pensar que la flota imperial entera ha esquilmado los recursos de media galaxia para poder construirse.

Y no estamos considerando dónde, en el sagrado nombre de los gusanos de las manzanas doradas del jardín de las Hespérides, hay instalaciones del tamaño suficiente para realizar esas construcciones. Esas infraestructuras requieren a su vez otra irreal cantidad de recursos para ser a su vez construidas, no hablemos ya del mantenimiento. Y suma y sigue. Porque la tecnología ilimitada del espacio exterior no soluciona el problema de la obtención de los recursos. Algunos universos de ciencia ficción proponen replicadores moleculares que duplicarían los materiales, se supone que creando copias a partir de un original, pero teniendo en cuenta que la materia no puede crearse de la nada, sino a partir de otro algo... Admitamos que podemos optimizar a nivel molecular la generación de materiales, pero siempre necesitamos recursos para ello, con lo que científicamente podemos descartar la teoría de "creo algo de donde no había nada".

Si admitimos la fragilidad de la teoría de las supercuerdas a escalas diferenciales, y forzando (mucho) la máquina admitimos la existencia de otros universos que puedan interaccionar con el presente, hay modelos de ficción que proponen obtener recursos de esos otros universos para utilizarlos en este. Pero aún en el mejor de los casos nada dice que las leyes de la física o de la química sean las mismas en ese otro universo. Y si, por poner un ejemplo, la carne que extraemos de él proviene de uno donde el isótopo más estable es el carbono 14, y en vez de agua está compuesto por deuterio o tritio, pues el susodicho filete no nos sirve demasiado.

Aceptemos que, en los universos de space opera tipo Star Wars o Star Trek la proporción de planetas habitados respecto a los inhabitables es ínfima, con lo que dependiendo del nivel de "concienciación ecológica universal" que tengan las supuestas civilizaciones espaciales puedo ir devastando planetas inhabitables para esquilmar los recursos disponibles. Algunas civilizaciones reventaban el planeta para explotar los recursos "aflorados" en el cinturón de asteroides causado. Pero yo me pregunto la cantidad de recursos que se reparten por el universo en la explosión inicial, por no mencionar la cantidad de tiempo que tardarán los restos del planeta en formar un cinturón de asteroides estable sin que los gravitómetros de las naves de explotación parezcan sirenas de policía en medio de un árbol de navidad encendido...

Creo más bien que las civilizaciones futuras tendrán más en cuenta esta gestión de los recursos de lo que la sci-fi ha previsto. Que la optimización del reciclaje será fundamental para la supervivencia. Que una vez suprimamos la lucha (y lo digo también en el sentido de pelea o guerra) por los recursos podremos centrar nuestros esfuerzos en otros temas. Y por supuesto que esta gestión de los recursos será uno de los motivos fundamentales de la salida de la humanidad al espacio. Que lo está siendo ya de hecho, y que cuando encontremos un modo rentable de explotar los recursos de la luna, de marte y de venus nuestra civilización dará un salto tanto cualitativo como cuantitativo. Si será para bien o para mal es otro cantar, pero el tema "desparrame mental sobre como serán las sociedades futuras" lo dejo para otro post.

2 comentarios:

  1. Me quedo con los gusanos de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides :). Dentro de poco hay una conferencia en Cosmocaixa sobre las incoherencias físicas de las películas de sci-fi. Tal vez te interese ir, yo me pasaré con una amiga (es el día 25, creo, por la tarde). Pero que sepas que razón no te falta. Y yo digo... viendo el tamaño de los acorazados imperiales, ¿por qué solo salen dos o tres salas en las películas? ¿Qué es lo demás? ¿Suites de lujo? ¿Apartamentos realquilados? "Olvídese de pagar hasta 2020y viva en una de las urbanizaciones más *ejem* pacíficas de la galaxia". Si por devaneos, que no sea...

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  2. Eso no lo pone en la mitología, pero ¿quien dice que Euristeo no recibió su divino presente con habitantes? Mucha ninfa, mucho jardín divino, mucho hijas del Titán, mucha Bóveda Celeste, pero seguro que tenían gusanos, como casi todas las de la época por otro lado. Y visto su origen serían tan sagrados como cuanto les rodeaba. Desde aquí reivindicamos su rol en la mitología y lo sacro.

    Respecto a una habitación con vistas, por eso me gusta nueva versión de Battlestar Galactica, donde se aproximan a una versión más humana del asunto. Por ejemplo desde el episodio 2 ya tienen problemas de hacinamiento y conflictos étnicos en las naves. Algunas de ellas eran simples naves de pasajeros que se vieron de repente obligadas a ser hogar de cuantos allí estaban, cuando no estaban en absoluto previstas para ello (como la que más adelante sería el "Colonial 1"). Por cierto, que en esa serie consagran cuatro o cinco episodios precisamente a la falta de recursos que experimenta la flota de náufragos espaciales en que se convierte la humanidad. Mención especial merece el capítulo en el que la nave refinadora de combustible se pone en huelga ("que la humanidad depende de que trabajemos chaval, déjate de vacaciones, ni días de fiesta ni cuernos que la cosa es seria". Y claro: alguien acaba por contestarle que agárreme de aquí mi capitán...) y no saben como conseguir más.

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