lunes, 22 de febrero de 2010

Estado de (hasta las narices de estar en este) sitio: Parte I

Hace unos días, en los hilos de correos personales que mantengo con mis amigos (los de verdad, los de toda la vida) me sorprendieron dos cosas. Una que la conversación derivara a cauces políticos, lo que, aunque no tengamos ningún problema en hablar del tema, no es habitual en nosotros. La segunda no fueron tanto los posicionamientos políticos, que ya nos conocemos todos, sino el grado de hartazgo que destilaban los correos. Uno de ellos (de mis amigos, no de los correos), vasco de toda la vida pero asentado en Andalucía, cosas que tienen las parejas, escribió un correo que no me resisto a seguir aplaudiendo por su honestidad y claridad, ni a incluir aquí. Incluiré una segunda parte donde pongo mi respuesta personal, solo por dar una idea del tono de los correos. Que cada cual juzgue por sí mismo y aporte su versión:

"Puede que el PSOE solo diga tonterías... pero en algo tiene razón: el PP no tiene proyecto. Ergo estamos jodidos, pues no hay alternativa. O nos dan por el culo o nos revientan el ojete. Me parece que lo único que nos queda es esperar mordiendo fuerte la almohada. Aunque, se me ocurre, asín por comentarlo, que podríamos proclamar la IIIª República y dedicar a tapar agujeros el pastizabal que regalamos a la monarquía . Y obligar a que los sueldos de la gente joven -y no tan joven- no sean tan miserables para incentivar el consumo y que coticen como Dios manda -¿he dicho Dios?- a la SS para sostener el tinglao (algo parecido hizo Henry Ford y ese de rojo no tenía ni la punta del capullo). Y empezar a cortar la huevada a todo aquel estafador, modesto o notorio, que practique la economía sumergida que tan bien se nos da, sobre todo en Andalucía. Y tener unas fuerzas armadas reducidas -menos gente, menos gasto- pero móviles y preparadas y no una panda de oligofrénicos con fusiles en la que hay mucho jefe y poco indio. Y mandar ya a tomar por saco a la Iglesia que, aunque no tengo muy claro en qué nos iba a beneficiar económicamente, al menos íbamos a parecer un país un poquito más adelantado, sin supersticiones semioficiales. Y pergeñar de una puta vez una educación de verdad, en la que la gente aprenda y si no pues a apretar tornillos, chaval, que no es tan malo. Y matar a todos los participantes, pasados presentes y futuros, de Gran Hermano, destinando a los pobres la mitad de lo que esos vagos ganaron en ese puto concurso (lo demás que se lo queden los familiares, que no soy tan cabrón). Y que los futbolistas -o los clubes o su puta madre- paguen un 45% a Hacienda, cuyo 50% se dedique a educación, investigación y desarrollo. Y dar a los financieros a escoger entre dejar de descojonarse de nosotros, los ciudadanos de a pie, o dibujarles con la albaceteña de siete muelles la sonrisa del Joker en toda la jeta. Y no recortar el presupuesto de investigación aunque haya crisis, que se supone que hay que pensar a largo plazo. Y, ya que hablábamos de cojones, echarle huevos y regular las cosas antes de que las burbujas del Freixenet revienten, cuando se está ganando dinero a espuertas pero se sabe que antes o después el Titanic va a cascar contra el iceberg. Que luego es muy difícil sujetar los remaches con puntos de papel. Y, sobre todo, inventar cuanto antes la bomba "matahijoputas", con lo que todo lo anterior no sería necesario. Si os preguntáis cómo hacer todo esto, para responderos tiene expertos la Santa Madre Iglesia. Conste que el Rey no me cae mal. Sobre todo desde el "tú ¿porqué no te callas?".Nada, que me he emocionao. Hasta mañana."

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