Y aquí está mi respuesta. Como se puede ver hasta yo me sorprendí al irme calentando a medida que iba escribiendo. Por eso es para reflexionar sobre el hartazgo más o menos oculto que sufrimos todos en general. Lo dicho: que cada cual reflexione y opine.
"Respecto a la república yo no soy monárquico, pero no estoy tan a disgusto con el Juancar oye. Manda güebos que en mi familia los únicos monárquicos de verdad estén en mi familia política ("mais oui, mais oui, autrefois il y avais des bons mandataires, pas comme les enculés de maintenant"), mucha republiqué, mucha liberté, mucha egalité y mucha chorradité. Y es que la alternativa sería plantear un Presidente de la República como en Alemania o Italia. Para vuestra información desarrolla labores de protocolo y representación (usease como el Rey) y cuesta UNA PASSSTA LARGA al Estado (usease como la familia real). Además, ¿quién coño conoce al Presidente de Italia y Alemania, eh? Y ojo que no digo a la Canciller (Ángela Merkel, sí, antes de que alguien lo diga) o al Primer Ministro (Berluscojoni), sino a los presidentes... Pues eso, que puestos a tener un hombre de paja luce mucho más un monarca que un presidente, es más tradicional y oye, dentro de lo malo a nuestra familia real no se le va tanto como a otras en Europa y es más comedida.
Respecto al resto solo aplaudir y sumarme a lo dicho: Ya está bien de tanto mamoneo y soplavidrios. Después de todas las cumbres de refundación del capitalismo lo único que habremos refundado serán los temores a que los que parten el bacalao, y sobre todo los que se lo comen, serán los mismos (los mismos MUY POCOS por cierto). Seguirán chupando de la teta hasta exprimirla y pisoteando los cuellos del resto de la chusma que para eso estamos tú: para pagar las facturas de los años malos cuando sus inversiones arriesgadas han salido mal. Obviamente no para compartir los multimillonarios beneficios de los años buenos. No se han tomado auténticas medidas para delimitar este poder, ni controlar los tráficos, ni plafonar ganancias y riesgo asumible por TODAS las compañías que operan a nivel global (¿hay alguna otra a día de hoy?).
Lo realmente terrible de todo esto es que el sistema del capitalismo, o la política, se "pusieron" como medios para dar soluciones a los problemas de la sociedad y la gente que la componemos, pero en estos tiempos el capitalismo y la política se han convertido en el fín de los políticos y financieros. La política no es un área de debate: los partidos políticos se han convertido en empresas que gestionan el principal capital de que dispone un país que son los presupuestos generales (del Estado, de las CCAA, ...). Mientras tanto se dedican a tratar de desbancar al otro de la poltrona para mamar ellos, lanzar globos sonda y poner cortinas de humo para la opinión pública mientras actúan para la galería con una cara, para los suyos con otra, y para los otros con una tercera sin el menor pudor. Y eso todos, en las alturas sin excepción. Con el peligro de que, hartos de la clase política por la panda de mamones en que se han convertido, nos dediquemos a colgarlos de los cojones o a pintarles sonrisas de oreja a oreja como dice (mi amigo), y tumbemos la democracia olvidando que es el menos malo de los gobiernos que hay, cayendo por supuesto muy fácilmente víctimas de la demagogia de cualquier aspirante a dictadorzuelo que nos venga y como siempre se autoproclame "el hombre que hace falta" y "el que pondrá orden en la Galaxia". Y no tendremos inteligencia ni reflejos de decirle que se vaya a usar la Fuerza en el baño, Luke, que reviente el alicatado y de paso se reviente a sí mismo y nos deje en paz a los demás.
Lo mismo para la economía, que ella misma se metió en el agujero en el que está a base de inversiones arriesgadas y mala gestión (y ladrillazo y tentetieso en esta Apaña nuestra) y ganando auténticas fortunas impúdicas y escandalosas mientras exigían moderación salarial (para vaselina estamos). Y en cuanto la cosa ha salido mal y empiezan a llover las cornadas "socorro, socorro" que se hunde el mundo y el barco en el que vamos todos y nos sumimos en la barbarie postapocalíptica, el marasmo y el caos cuando se hunda nuestro SacroSanto sistema financiero, así que dadme pasta que yo puedo correr riesgos pero no puedo hundirme (pues vaya riesgos de mis cojones entonces). Y así van de mal los bancos que este año han recibido ayudas de las Administraciones y solo han ganado de beneficios, pobrecitos, las módicas sumas de 4.210 MILLONES de euros (BBVA) o 4.519 MILLONES (BSCH). O los empresarios de altos vuelos tipo Díaz Ferrán que van por ahí quebrando empresas y dejando en la estacada a empleados, proveedores y clientes pero siguen en las alturas y gestionando otras grandes empresas. Y punto. Y aquí no pasa nada y nos seguimos comiendo la tostada. Eso sí: hay que acordar un pacto social en el que se bajen los sueldos y abarate el despido que sino no llegamos oiga...
Sin caer en la misma demagogia que critico, y tras un ímprobo esfuerzo controlándome para no seguir soltando improperios (por si no lo habíais notado me he calentado) hacen falta empresas que generen riqueza. Y no todas son las grandes empresas que tanto se critican. Sin embargo no podemos pagar todos el pato de que unos cuantos hayan hundido la economía. Vale que hay que tomar decisiones, pero si se abarata el despido esto será el fumigadeiro y la vuelta de la servidumbre. Y si se bajan los ya bajos salarios españoles (comparando poder adquisitivo de los españoles con el resto de países del G9 es que damos penita) mientras se mantienen los superbeneficios de las empresas y supersalarios y paracaídas dorados de los hijos de la Gran Bretaña que siguen estando arriba pues en seis años tendremos otra crisis. Y los de siempre encima contentos que les permite hacer reajustes y negociar las condiciones laborales. Y mientras tanto todos a seguir chupando del bote y roba hoy cuanto puedas antes de que te pillen o venga otra crisis.
En fín, que bastante chapa he soltado ya, pero lo a gusto que me he quedado no tiene precio."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario